Apropiación: La apropiación — la acción y resultado de tomar para sí mismo alguna cosa haciéndose dueño de ella—, es una práctica que pone en cuestión ideas preconcebidas en relación a la autoría, la originalidad y la legitimidad de uso. En el ámbito artístico, se utiliza el término “apropiacionismo” para referirse a un movimiento que utiliza este procedimiento —el uso de obras ajenas— para crear obras nuevas. A pesar de la disparidad de opiniones al respecto, en general la apropiación se puede dividir en dos categorías. Por un lado, tenemos la acción de robar material de otro en un simple gesto de usurpación, lo que podría considerarse una falsificación o pirateo. Y, por otro lado, se encuentra el concepto de préstamo, en el que el extracto usado es o bien de uso cotidiano, y por tanto fácilmente identificable, o tan famoso que no se pretende con su uso más que rendir homenaje. Cuando este tipo de préstamo contribuye a una nueva obra de creación lo denominamos apropiación creadora o creativa. Por ejemplo, los cuadros de Picasso dedicados a las Meninas de Velázquez, Femmes d’Algier de Eugène Delacroix o Dejéneur sur l’Herve de Édouard Manet. Es en el ámbito artístico, de hecho, donde este término está más extendido. Se habla de “apropiación” (se da por hecho que es un acto de creación) para referirse a la práctica de utilizar objetos pre-existentes (pueden ser también imágenes, vídeos, etc.) en una nueva obra cuando hay poca transformación del original, por ejemplo, en los collages cubistas, los readymades de Duchamp, o los objetos surrealistas, como el teléfono afrodisiaco de Dalí (su teléfono-langosta). Esta tendencia se intensifica a lo largo de las décadas, como es evidente en el pop-art de finales de los 50 y 60 y, especialmente a partir de los 80, se convierte en la seña de identidad de artistas americanos como Jasper Johns, Robert Rauschenberg, Sherry Levine y Jeff Koons. Dadas las facilidades que la tecnología electrónica otorga a las acciones de copiado de todo tipo de contenidos, la apropiación se ha extendido a todos los ámbitos de la cultura digital, como ocurre, por ejemplo, con los memes. En la apropiación postdigital detectamos una mezcla de elementos analógicos y digitales, a menudo con una estética retro, como por ejemplo, la obra de Belén Gache Escribe tu propio Quijote (item 312) o las fotografías antiguas manipuladas con efecto glitch (item 325). María Goicoechea de Jorge |