Nereidas

"El juego de las nereidas" (Das Spiel der Nereïden)

Cabellos largos diademados, cuerpos desnudos de colas pisciformes

Arnold Bocklin (1827-1901)

Europa

1886

Óleo sobre tabla

150.5 x 176.4 cm

Basel, Kunstmuseum

No existen fuentes clásicas para este tema

En el marco de la obra ecléctica de Böcklin se dieron cita elementos románticos y realistas, marcados por tintes simbólicos, destacando su predilección por temas fantásticos y mitológicos. Las ninfas marinas fueron interpretadas en diferentes ocasiones por el pintor, unas veces concebidas como hermosas jóvenes desnudas de cuerpos completamente humanos (de acuerdo con la iconografía propia de las nereidas) y en otros casos, dotadas de colas pisciformes, tal y como fueran representadas las tritonisas en la Antigüedad. Con "El juego de las Nereidas", el pintor muestra este último prototipo iconográfico, mediante siete ninfas marinas situadas junto a una roca escarpada que resisten, a modo de alegre juego, el embate de las olas.
Son figuras hermosas y alegres, de largos cabellos diferenciados por su color , que muestran también diferentes edades: seis de ellas son mujeres jóvenes, una es casi una niña que ejecuta una pirueta en la parte alta de la roca y también hay una nereida bebé, atemorizada por el batir del agua que trata de aferrarse a su madre, una figura que se desliza y se "sale del cuadro" en el lado izquierdo del conjunto.
Representadas en diferentes actitudes y posturas, con el fondo del violento oleaje en movimiento, toda la composición sugiere inestabilidad y dinamismo. El color de los cabellos de las nereidas, la delicada irisación de sus escamosas colas, rematadas en una potente aleta caudal, contrastan con las tonalidades frías del agua y también contribuyen a subrayar la sensación de desequilibrio y fluctuación. Completan el conjunto dos seres marinos de aspecto envejecido que emergen parcialmente del agua: uno situado en segundo término (muy anciano) y otro que acecha a las alegres jóvenes del primer plano con los ojos abiertos, inundados por el deseo carnal.
Han Tran señala en su artículo que el mismo Böcklin explicó que la fusión de la Nereida con su entorno le llevó a concebirla con cola de pez, a diferencia de las antiguas ninfas marinas. Sin embargo, como hemos señalado, en otras obras el artista utilizó el iconotipo antiguo; merece destacarse en este punto, que otra de las pinturas del artista también titulada "El juego de las olas" (1883, Neue Pinakothek, Munich) ofrece nereidas que responden a ambos prototipos iconográficos (completamente humano y con cola pisciforme).

El autor representó a "Las Sirenas" en un cuadro de 1875 (AlteNational Galerie, Berlín), pero para ellas eligió el modelo de mujeres-pájaro, basándose en la iconografía de la Antigüedad.

María Isabel Rodríguez López