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Objeto Digital 825
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Identificador:
 825
Nombre:
Némesis
Dioses
Dioses Menores:
 
Némesis
Nombre:
 
Némesis
Tema:
 
La Justicia y Venganza Divina Persiguiendo el Crimen
Atributos iconográficos:
 
Antorcha; alas; balanza; espada
Autor:
 
Pierre-Paul Prud’hon
Escuela:
 
Romantica francesa
Período/Cronología:
 
c. 1805-1806
Soporte y técnica:
 
Oleo sobre lienzo
Dimensiones:
 
33 x 41 cm
Localización (Institución, Colección):
 
Getty Museum
Fuentes primarias:
 
Horacio
Descripción:
 
Pierre Paul Prud’hon recibió el encargo de decorar una sala del Palacio de Justica de Paris alrededor del año 1804. A pesar de la supuesta aversión del emperador de Francia por la pintura alegórica, la presente obra terminó recibiendo la Legión de Honor por el magnífico servicio prestado a la patria.
El estudio preparatorio presenta una gran fuente de luz, la luna llena, que ilumina violentamente el cuerpo desnudo de quien ha sido asesinado, creando una diagonal en la composición que a su vez divide el mundo de los mortales del mundo de los dioses. En el ámbito terrenal yace la víctima, una figura masculina cuyo rostro permanece en la penumbra, pero sus brazos y torso iluminado con un tono nacarado recuerdan al crucificado. A la izquierda, el asesino huye con sus pertenencias, girando levemente el rostro para cerciorarse de que no cuenta con testigos del crimen. Sin embargo, en el plano superior se hallan las personificaciones de la Venganza Divina y la Justicia. Se trata de figuras femeninas aladas, atributo habitual en las personificaciones que aluden a la celeridad y la ubicuidad desde época clásica (ver objeto digital 818). La Divina Venganza, evolución del concepto de Némesis como divinidad de la justicia retributiva, sostiene una antorcha (atributo habitual de la diosa - ver objeto digital 819 y 820) y extiende un brazo en actitud de apresar al criminal. La Justicia, sujetando la balanza y una espada, parece estar a punto de dar caza a quien ha violado la ley natural.
El artista emplea una pincelada muy empastada, con toques rápidos, y fuertes claroscuros con el fin de transmitir una escena llena de dramatismo y violencia. La misma estaría inspirada en un adagio del poeta romano Horacio, quien sostiene que la “la venganza rara vez deja de perseguir al hombre malvado”. A pesar del éxito de la obra, esta composición no fue la primera elección de Prud’hon para decorar el Palacio de Justicia, quien se aproximó al tema con el estudio de Temis y Némesis (ver objeto digital 597), aunque finalmente se decantó por una lectura más contemporánea del mito.
Observaciones:
 
La pintura centra el debate en la carrera de Prud'hon acerca de su pertenencia a la escuela neoclasicista o romántica de la pintura francesa, ya que aúna conceptos enraizados en la Antigüedad desde una perspectiva y estética propia
Autor de la ficha:
 
Claudina Romero Mayorga
Objeto Digital 825
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