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Objeto Digital 823
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Identificador:
 823
Nombre:
Némesis
Dioses
Dioses Menores:
 
Némesis
Nombre:
 
Némesis
Tema:
 
Némesis-Fortuna
Atributos iconográficos:
 
Alas; orbe; bridas; cáliz
Autor:
 
Alberto Durero
Escuela:
 
Renacentista alemana
Período/Cronología:
 
1501-1502
Soporte y técnica:
 
Grabado sobre papel
Dimensiones:
 
322mm x 232mm
Localización (Institución, Colección):
 
Staatliche Kunsthalle Karlsruhe
Fuentes primarias:
 
Poliziano, Manto.
Descripción:
 
Alberto Durero representa a Némesis-Fortuna completamente desnuda, dotada de unas magníficas alas que denotan el interés del artista por la observación de la naturaleza. El cuerpo de la diosa es rotundo, musculado, de canon levemente alargado, influencia del estilo gótico que aún perduraba en el gusto de la Europa septentrional. Némesis parece posarse sobre una pequeña esfera – el orbe, símbolo del cosmos – mientras sobrevuela una población detalladamente representada en la parte inferior del grabado. La forma en la que se disponen los pies sobre la diminuta esfera reflejan una actitud de equilibrio, de fugaz estabilidad, quizá con la intención de revelar la naturaleza impredecible de la fortuna. En su mano derecha sostiene el cáliz de los dones, con los que recompensará a aquellos que lo merezcan, mientras que su mano izquierda sujeta unas bridas, con las que someterá a los orgullosos y soberbios.
El poder de Némesis recae sobre todos los mortales, es por ello que la diosa aparece en el plano superior, el celestial, sobre la ciudad de Chiusa, en el Valle d’Isarco en el Tirol. El propio Durero visitó esta población cuando se encontraba viajando de Nuremberg a Venecia, siente años antes de realizar el grabado. La forma en la que plasma cada edificio, calle y orografía, evidencian la maestría del artista en el manejo de la perspectiva aérea.
Si bien podría pensarse que Durero recupera la tradición helenística al asimilar Némesis y Fortuna en una sola divinidad, la fuente en la que basa su obra es el poema Manto (en latín) de Poliziano, poeta humanista al que el artista habría conocido en la biblioteca de su amigo y mecenas Willibald Pirckheimer. El autor refiere a la diosa de la venganza (Némesis) y la suerte (Fortuna) como introducción a la obra de Virgilio. Giorgio Vasari, influido por la Emblemática renacentista, interpretó el grabado como una alegoría de la Templanza, “con sus magníficas alas, un cáliz dorado y las bridas en sus manos”. Al parecer existen numerosas copias de este grabado, ya que el propio artista lo ofrecía como regalo a amigos y conocidos en su viaje a los Países Bajos entre los años 1520 y 1521.
Observaciones:
 
Actualmente, Chuisa es conocida como “la ciudad de Durero”, orgullosa de la fama alcanzada gracias a los grabados del artista. Durero habría representado esta ciudad desde un mirador conocido hoy como “la piedra de Durero”.
Autor de la ficha:
 
Claudina Romero Mayorga
Objeto Digital 823
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