Localización (Institución, Colección):
Muzeul National de Istorie si Archeologie, Constaza (Rumanía).
Fuentes primarias:
Calímaco, Frag. 687; Estrabón, Geografía 13.1.13; Pausanias, Descripción de Grecia 1.33.4.
Descripción:
Aunque de época más tardía, esta doble representación de Némesis recoge la iconografía oriental de la diosa, según el testimonio de Pausanias. Al parecer, existía en Esmirna un doble santuario dedicado a Némesis, pese a que recientes excavaciones arqueológicas parecen indicar la existencia temprana de uno y su posterior reubicación en un terreno más alto. En cualquier caso, Pausanias comenta que en esta región existían antiguas imágenes de la diosa realizadas en madera (xoana) de naturaleza doble: ambas eran hijas de la Noche.
La multiplicidad en las representaciones divinas no es infrecuente en el arte griego: las Moiras, Erinias, Gracias, Hécate, etc., aparecen en la tradición icónica de forma plural, quizá para abarcar las amplias potencias y dominios de las diosas. Algunos autores conciben esta dualidad como una síncresis entre la Némesis de Esmirna y la diosa Adrasteia de la Tróade (también en Anatolia). Según Estrabón, existía allí un santuario dedicado a una divinidad relacionada con la naturaleza, cerca de bueyes y ovejas, situado en una planicie, aunque ya en el s. I a. C. no había rastro de su culto. Asimismo, resulta de interés recordar que Némesis recibe en numerosas ocasiones el epíteto de “Adrasteia”, posiblemente en relación con la diosa asiática y derivado del término didraskein: inescapable, haciendo alusión a la omnipresencia de la Némesis en el destino de los mortales. Otros autores, por su parte, proponen que la doble Némesis haría alusión a los dos montes que enmarcan el golfo de Esmirna, atribuyendo funciones protectoras a la divinidad.
En este caso, la doble Némesis aparece enmarcada dentro de un tabernáculo de orden corintio, con el frontón triangular decorado con una corona de laureles. Ambas figuras femeninas destacan por su belleza y por el complejo plisado de los paños de sus vestimentas, vistiendo chitón ajustado por un kolpos debajo del pecho e himation. En la mano izquierda sostienen la balanza (hoy perdida), atributo que responde a Némesis como divinidad vigilante de que los dones se distribuyan equitativamente entre los mortales. Con la mano derecha la diosa realiza un gesto habitual en su iconografía, especialmente a partir de época helenística, la de escupir en un pliegue de su vestimenta, entendido como una acción apotropáica. Este gesto se convirtió en habitual entre las mujeres, con el fin de evitar ser objeto de la envidia ajena.
El monumento fue dedicado por Cayo Herenio Charito, según reza la inscripción en latín y en griego: C(aius) Herennius Charito votum solvit / griechisch : Γ(άϊος) Ἑρέννιος Χαρίτων εὐξάμενος. El mismo fue hallado en la costa del Mar Negro, en la antigua Tomis (Moesia Inferior –actual Rumanía) donde ambas lenguas eran habituales en las inscripciones votivas.