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Objeto Digital 815
Identificador:
815
Nombre:
Némesis
Dioses
Dioses Menores:
Némesis
Nombre:
Némesis
Tema:
Juicio de Paris
Atributos iconográficos:
Belleza, actitud de señalar
Autor:
Atribuido al Pintor de Carlsruhe Paris
Escuela:
Ática
Período/Cronología:
c. 450-400 a. C.
Soporte y técnica:
Hidria de figuras rojas
Localización (Institución, Colección):
Badisches Landesmuseum, Karlsruhe
Fuentes primarias:
Cipria, frag. 8; Pausanias, Descripción de Grecia 15.9.5.
Descripción:
Esta bella hidria aparece ricamente decorada en sus dos caras: en la cara A se halla representado el Juicio de Paris en el registro superior y Dionisos con ménades en el inferior; en la cara B aparece una escena prenupcial.
El juicio de Paris ocupa los hombros del vaso, mientras que el tema báquico se extiende por la mitad inferior del cuerpo del mismo. En el primer asunto cada personaje aparece identificado con su nombre. La escena parece transcurrir en un exterior, dada la presencia de arbustos y el carro de Helios en la parte superior: se trata de un acontecimiento que sucede a la luz del día. Paris se halla acompañado de su perro, detalle que parece aludir a Paris como pastor, antes de descubrir su verdadera identidad de príncipe troyano. Paris está vestido con traje oriental, ornado con múltiples motivos decorativos y anaxarydes (pantalones). Su testa tocada con el gorro frigio nos recuerda que se trata de un personaje oriental, troyano, pues este atributo iconográfico alude al origen foráneo de la figura.
Paris parece consultar con Eros su decisión, representado como un pequeño niño desnudo alado que se apoya sobre su hombro; Hermes también asiste a Paris, el dios señala con su caduceo al can y su petasos se asoma por la espada, ambos atributos habituales en la iconografía del mensajero de los dioses. Zeus, sin embargo, se halla a cierta distancia del grupo principal, sedente en el Olimpo, sosteniendo su cetro mientras gira su testa de forma casual para no perder detalle de lo que está ocurriendo en el plano terrenal. Eris, la diosa de la discordia y la causante del enfrentamiento entre Hera, Atenea y Afrodita, aparece sólo en forma de busto sobre la figura de Paris.
Atenea se halla a la izquierda de Paris, estante y en su faceta de protectora de la polis, totalmente armada con escudo, lanza y yelmo. Asimismo, Hera aparece estante, ricamente vestida apoyada en su cetro, mientras que con otra mano parece sujetar el manto por encima de su hombro. A su izquierda, Clímene, la personificación de la fama, se encuentra sedente a la espera del juicio.
A la derecha del grupo central, Afrodita aguarda su victoria sedente y vestida con ricos ropajes y un bello tocado en la testa. Está acompañada de un erote y a punto de ser coronada como vencedora por Eutiquia, personificación de la felicidad o buena fortuna. Sin embargo, esta aparece junto a Némesis. La divinidad aparece sedente, señalando con la mano derecha y el brazo extendido a Paris. En este caso, la presencia de Némesis se entiende en su papel de diosa que equilibra el destino de los mortales, que asegura que los dones repartidos entre los hombres sean justos y equilibrados. En este caso, Paris al elegir a Afrodita como la diosa más bella recibirá como premio a la mujer más hermosa, pero esta decisión costará miles de vidas. Asimismo, Némesis también personifica la indignación frente a la falta de pietá entre los mortales: al elegir a Afrodita, Paris está desestimando a Hera y Atenea. Resulta necesario destacar que estas dos divinidades encarnan las virtudes del líder por antonomasia, la victoria en batalla y el buen gobierno, las cuales le serán negadas a los troyanos en el enfrentamiento contra los griegos.
En el registro inferior, una figura femenina sedente con tympanon y un sátiro con el doble aulos marcan el ritmo a las ménades o danzantes que celebran a Dionisos, quien aparece estante, desnudo y sujetando una piña florida a modo de cetro.
El juicio de Paris ocupa los hombros del vaso, mientras que el tema báquico se extiende por la mitad inferior del cuerpo del mismo. En el primer asunto cada personaje aparece identificado con su nombre. La escena parece transcurrir en un exterior, dada la presencia de arbustos y el carro de Helios en la parte superior: se trata de un acontecimiento que sucede a la luz del día. Paris se halla acompañado de su perro, detalle que parece aludir a Paris como pastor, antes de descubrir su verdadera identidad de príncipe troyano. Paris está vestido con traje oriental, ornado con múltiples motivos decorativos y anaxarydes (pantalones). Su testa tocada con el gorro frigio nos recuerda que se trata de un personaje oriental, troyano, pues este atributo iconográfico alude al origen foráneo de la figura.
Paris parece consultar con Eros su decisión, representado como un pequeño niño desnudo alado que se apoya sobre su hombro; Hermes también asiste a Paris, el dios señala con su caduceo al can y su petasos se asoma por la espada, ambos atributos habituales en la iconografía del mensajero de los dioses. Zeus, sin embargo, se halla a cierta distancia del grupo principal, sedente en el Olimpo, sosteniendo su cetro mientras gira su testa de forma casual para no perder detalle de lo que está ocurriendo en el plano terrenal. Eris, la diosa de la discordia y la causante del enfrentamiento entre Hera, Atenea y Afrodita, aparece sólo en forma de busto sobre la figura de Paris.
Atenea se halla a la izquierda de Paris, estante y en su faceta de protectora de la polis, totalmente armada con escudo, lanza y yelmo. Asimismo, Hera aparece estante, ricamente vestida apoyada en su cetro, mientras que con otra mano parece sujetar el manto por encima de su hombro. A su izquierda, Clímene, la personificación de la fama, se encuentra sedente a la espera del juicio.
A la derecha del grupo central, Afrodita aguarda su victoria sedente y vestida con ricos ropajes y un bello tocado en la testa. Está acompañada de un erote y a punto de ser coronada como vencedora por Eutiquia, personificación de la felicidad o buena fortuna. Sin embargo, esta aparece junto a Némesis. La divinidad aparece sedente, señalando con la mano derecha y el brazo extendido a Paris. En este caso, la presencia de Némesis se entiende en su papel de diosa que equilibra el destino de los mortales, que asegura que los dones repartidos entre los hombres sean justos y equilibrados. En este caso, Paris al elegir a Afrodita como la diosa más bella recibirá como premio a la mujer más hermosa, pero esta decisión costará miles de vidas. Asimismo, Némesis también personifica la indignación frente a la falta de pietá entre los mortales: al elegir a Afrodita, Paris está desestimando a Hera y Atenea. Resulta necesario destacar que estas dos divinidades encarnan las virtudes del líder por antonomasia, la victoria en batalla y el buen gobierno, las cuales le serán negadas a los troyanos en el enfrentamiento contra los griegos.
En el registro inferior, una figura femenina sedente con tympanon y un sátiro con el doble aulos marcan el ritmo a las ménades o danzantes que celebran a Dionisos, quien aparece estante, desnudo y sujetando una piña florida a modo de cetro.
Observaciones:
En la vasija del Pintor de Heimarmene (objeto digital 814) y en el presente, Némesis aparece relacionada con el ciclo troyano, resaltando su relación con Helena. Esta tradición, ya presente en el pedestal de la escultura monumental de Ramnunte (objeto digital 813) se exaltó en la Atenas de Pericles, pues el triunfo de los griegos sobre los troyanos se puso en paralelo con el triunfo de los atenienses contra los persas. Némesis se convirtió en una divinidad asociada al buen gobierno.
Autor de la ficha:
Claudina Romero Mayorga
Objeto Digital 815
