Localización (Institución, Colección):
Rotterdam, Museum Boijmans Van Beuningen
Fuentes primarias:
Pseudo-Apolodoro, Bibliotheca III, 10, 3; Píndaro, Odas, Pítica, III, 25 ss.; Ovidio, Metamorfosis II, 620 ss.; Higino, De Astronomia, II, 40; Higino, Fabulae, 202
Descripción:
El amor de Apolo por Corónide se malogró debido a la infidelidad de esta última, enamorada del mortal Isquis. Advertido Apolo por un cuervo, el dios se vengó dando muerte a Corónide pero, cuando su cuerpo iba a arder en la pira, Apolo se apiadó del niño que aún llevaba en su vientre y él mismo extrajo al pequeño con sus manos. De este peculiar modo, según ciertas fuentes, vio la luz Asclepio:
Después de que ve que […] se prepara la pira y que sus miembros están a punto de arder con los últimos fuegos, entonces en verdad emitió gemidos sacados de lo profundo de su corazón […] no soportó Febo que su semilla se disolviese en las mismas cenizas, sino que arrebató a su hijo de las llamas y del vientre de su madre… (Ovidio, Met., II, 620 ss.)
Éste es precisamente el instante representado en este bello plato de mayólica realizado por Francesco Urbini. Esta técnica cerámica tuvo un importante centro de producción en la localidad italiana de Gubbio desde que en 1490 el Maestro Giorgio Andreoli instalara allí su taller. Estas piezas se realizaban mediante la aplicación de óxidos metálicos antes de una segunda cocción, logrando de este modo un bello efecto de brillantes colores; en este plato puede apreciarse a la perfección la intensidad de las tonalidades así conseguidas.
La escena constituye una bella representación del episodio citado. En primer plano yace Corónide, quien más que postrada en la pira funeraria parece reclinada en un lecho bellamente decorado. De pie, junto a ella, un Apolo de larga cabellera ataviado con armadura, extrae al pequeño Asclepio del vientre abierto de su madre; a los pies del lecho, pueden verse el arco y el carcaj con los que el dios hiriera de muerte a su joven amante. De pie, junto a ambos, un amorcillo alado se lleva las manos al rostro, horrorizado ante el cruento espectáculo; a su lado, una antorcha sugiere el inmediato encendido de la pira funeraria. El suceso está enmarcado en un entorno de arquitecturas clasicistas mientras, a la izquierda del espectador, se abre un paisaje en perspectiva que, en primer plano, muestra un árbol en el que se posan dos aves, una negra y otra de plumaje más claro. Sin duda, este detalle hace referencia al cuervo que avisó a Apolo de la infidelidad de Corónide (Ovidio, Met., II, 630; Higino, De Astronomía, II, 40) o que fue incluso el encargado de la custodia de su fidelidad (Higino, Fabulae, 202); después de llevar la noticia de los amores de Corónide e Isquis, el dios mudó el color del ave del blanco al negro.
La representación del nacimiento de Asclepio que, en este caso, presenta un carácter decorativo, como ejemplo de un episodio mitológico, tuvo en otras representaciones cierto interés médico en relación con la práctica de la cesárea. Así, por ejemplo, podemos ver también reproducido este episodio en De re medica, obra del cirujano militar Alessandro Benedetti, publicado en 1549 en Basilea y conservado actualmente en la Biblioteca Estatal de Baviera.