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Objeto Digital 793
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Identificador:
 793
Nombre:
Asclepio/Esculapio
Dioses
Dioses Menores:
 
Asclepio/Esculapio
Nombre:
 
Asclepio/Esculapio
Tema:
 
Esculapio descubierto por pastores
Atributos iconográficos:
 
Nimbo / aureola
Autor:
 
Richard Dadd (1817-1886)
Escuela:
 
Victoriana (Grupo The Clique)
Período/Cronología:
 
1851
Soporte y técnica:
 
Acuarela
Dimensiones:
 
25,9 x 35,8 cm.
Localización (Institución, Colección):
 
Wellcome Library, London
Fuentes primarias:
 
Himno Homérico a Asclepio; Pseudo-Apolodoro, Bibliotheca III, 10, 3; Homero, Ilíada IV, 217 ss.; Píndaro, Odas, Pítica, III, 5 ss.; Píndaro, Odas, Nemea, III, 35 ss.; Ovidio, Metamorfosis II, 620 ss.; Pausanias, Descripción de Grecia II, 26, 1-7.
Descripción:
 
Son varias las versiones acerca del nacimiento de Asclepio, si bien la más aceptada, recogida en la mayoría de las fuentes, es la que afirma que era hijo de Apolo y Corónide, hija a su vez de Flegias, el rey de Tesalia; no obstante, Pausanias cita otras tradiciones, en una de las cuales se hace madre del ilustre médico a Arsínoe, hija de Leucipo (II, 26, 7). En lo que respecta a la posterior educación del vástago de Apolo, la versión más difundida le describe como pupilo del centauro Quirón por deseo de su divino padre, no obstante, el mismo geógrafo e historiador refiere también la versión que vinculaba al dios de la medicina con la región del Peloponeso y su santuario de Epidauro. Afirma Pausanias que Flegias no sólo era el nombre del monarca tesalio, sino también de un valiente soldado que llegó a la región para espiar a sus habitantes y que llevó a cabo incursiones para apoderarse de sus cosechas y su ganado. Ignoraba Flegias que su hija gestaba al hijo de Apolo y ésta, llegado el momento del parto, expuso al pequeño en la montaña de Mirtio. Esta tradición es precisamente la que interpreta en esta obra Richard Dadd:
Mientras el niño yacía expuesto, una de las cabras que pastaba en la montaña le daba leche, y el perro guardián de la manada lo guardaba. Y cuando Arestanas, porque éste era el nombre del pastor, descubrió que el rebaño de las cabras no estaba completo y que el perro guardián también estaba ausente, no dejó, dicen, ninguna piedra sin remover, y al encontrar al niño quiso cogerlo. Al acercarse, vio la luz que brotaba del niño y, pensando que era algo divino, como en realidad era, se dio la vuelta… (Pausanias, Descripción de Grecia, II, 26, 4-5)
Richard Dadd ingresó en la Royal Academy en 1837 pero formó parte de un grupo de vanguardia, antiacademicista, denominado The Clique, La Pandilla o La Camarilla. Durante su estancia en la Academia recibió varias distinciones y participó en diversas exposiciones, al tiempo que realizaba también trabajos como ilustrador. En 1842 emprendió un viaje, en compañía del anticuario Sir Thomas Phillips, que le llevó de Europa a Oriente Medio; a su regreso de este tour, Dadd presentaba graves síntomas de paranoia y trastornos bipolares que le llevaron a asesinar a su propio padre al año siguiente. Tras ser detenido, pasaría el resto de su vida en instituciones psiquiátricas sin abandonar nunca su pasión por la pintura. En 1851, cuando realiza esta acuarela, se encontraba ingresado en el Hospital Real de Bethlem, la primera institución fundada en Europa dedicada a enfermos mentales. Desde su juventud, Dadd desarrolló un acusado interés por Shakespeare y por los clásicos, de donde puede proceder su interpretación de este episodio tan concreto de la mitología clásica.
Dadd muestra al pequeño Asclepio acurrucado en el regazo de una cabra lanuda que, según el relato de Pausanias, acaba de amamantarlo mientras vigila un majestuoso mastín. A diferencia de la citada narración, que contempla sólo la presencia de Arestanas, Dadd muestra a dos pastores: uno, en segundo plano, en pie, ataviado con ropas de tonos rosados y apoyado sobre un árbol, mira fijamente la escena; el otro, arrodillado y de espaldas al espectador, se sujeta a una de las ramas mientras agita su tocado como si avisara a otros de la presencia del pequeño. Porta a la espalda una calabaza de agua, o botijo de pastor, y junto a él descansa un largo báculo; sus ropas, de un intenso verde que contrasta con el manto de tonalidades ocres, dominan la escala cromática de la obra. Ninguno de estos dos pastores, tal y como indicara Pausanias, hace el más mínimo intento de tomar al pequeño en brazos. Por su parte, Asclepio, envuelto en un manto blanco, luce en torno a su cabeza un nimbo o aureola que, indudablemente, alude a la luz citada por el viajero griego en su descripción del episodio.
La interpretación de esta imagen como una visión del suceso referido por Pausanias es indudable gracias, además, a la inscripción que aparece en la parte inferior izquierda de la obra y que, junto a la firma del autor, describe y da título a la escena: “Esculapio descubierto por pastores en la montaña”. La obra está fechada explícitamente en la Navidad de 1851; es indudable que el hecho de que el autor añada el término “Xmas” a la fecha de esta acuarela resulta determinante en lo que se refiere a la interpretación de la obra pues la escena evoca irremediablemente el episodio evangélico de la adoración de los pastores. El pequeño, que destaca precisamente por la blancura de su piel y de sus ropas, centra la escena y rememora la natividad de María. Con este inevitable paralelismo, parece que Dadd pretendiera destacar el nacimiento milagroso de Asclepio y su vida futura dedicada a la sanación.
Observaciones:
 
Wellcome Library no. 11700i
Autor de la ficha:
 
Mª Amparo Arroyo de la Fuente
Objeto Digital 793
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