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Objeto Digital 677
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Identificador:
 677
Nombre:
Afrodita/Venus
Dioses
Dioses Olimpicos:
 
Afrodita/Venus
Nombre:
 
Afrodita/Venus
Tema:
 
Venus pudicitas
Atributos iconográficos:
 
Perlas, rosas y perrito
Autor:
 
Tiziano
Escuela:
 
Veneciana. Manierismo
Período/Cronología:
 
1538
Soporte y técnica:
 
Óleo sobre lienzo
Dimensiones:
 
119 x 165 cm.
Localización (Institución, Colección):
 
Florencia, Galería de los Uffizi
Fuentes primarias:
 
Venus pudicitas de la Antigüedad clásica.
Descripción:
 
La Venus de Urbino es una de las obras maestras del pintor veneciano, al que le fue encargada por Guidobaldo della Rovere, hijo del duque de Urbino, de quién toma su nombre. Se conserva en la Galería de los Uffizi desde 1736.
Representa Tiziano, en primer plano, a una joven distendida sobre un lujoso lecho en un palacio veneciano. Su sedoso cabello dorado, adornado con una trenza sobre la cabeza a modo de tocado, le cae sobre los hombros y deja ver el pendiente de perla –símbolo de la diosa- que pende de su oreja izquierda. Se adorna con un anillo en el dedo meñique de la mano izquierda, con la cual se cubre indolentemente el pubis, y con la mano derecha, cuyo brazo luce un brazalete y reposa sobre las mullidas almohadas, sujeta un ramo de rosas rojas. A sus pies descansa un perrito, alegoría de la fidelidad, pero sugerentemente dormido. Los tonos lechosos y sonrosados de su cuerpo destacan sobre la blanca sábana, que se dispone con un cierto descuido sobre el lecho de terciopelo rojo y el fondo oscuro sobre el que destaca su cuerpo ensalza su voluptuosidad.
A la derecha de la composición se abre el espacio a una segunda estancia, con solería policroma de perfecta geometría, muros revestidos de terciopelo y un ventanal por el que se vislumbran los tonos dorados y azulados del cielo y de la laguna. En ella, dos criadas se afanan en colocar un arcón con frentes decorados con grutescos. Su actitud parece evocar el mito de Pandora a la vez que dan un aire real a la escena.
Está inspirada en la Venus dormida de Giorgione, pero se aleja del idealismo italiano, porque la joven no es una diosa, sino una mujer real, voluptuosa y orgullosa de su belleza y desnudez, que posa con indolencia y nos envuelve con su mirada cómplice, dulce y provocadora, a la vez que el ramo de flores que sujeta acrecienta su carácter erótico. Se desconoce quién fue la modelo, aunque se ha especulado con la esposa del comitente, Guidobaldo della Rovere, o una cortesana; pero, en todo caso, puede simbolizar una alegoría nupcial en clave neoplatónica.
Desde el punto de vista compositivo, la figura se dispone en elegante línea oblicua iluminada por un potente foco de luz que la envuelve creando una atmósfera más mágica en relación con la derecha de la composición, donde se dispone el punto de fuga y el pintor juega con una luz más difusa y real con planos iluminados y en sombra.
Observaciones:
 
Esta fue la primera Venus que pintó Tiziano y sirvió de inspiración directa a Manet para pintar su Olimpia. Junto a otras de sus Venus que formaban parte de la colección de la corona real española, también sirvió de inspiración a Velázquez para su Venus del Espejo, que al igual que la del pintor veneciano rezuma sensualidad, aunque una posa de frente y la otra de espaldas.
Esta obra ha ejercido gran influencia a lo largo de la historia del arte, siendo significativa su relación con Paulina Borghese o Venus vencedora de Canova y con Venus durmiendo de Paul Delvaux, entre otras.
Autor de la ficha:
 
Laura Rodríguez Peinado
Objeto Digital 677
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