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Objeto Digital 673
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Identificador:
 673
Nombre:
Afrodita/Venus
Dioses
Dioses Olimpicos:
 
Afrodita/Venus
Nombre:
 
Afrodita/Venus
Tema:
 
Venus y Marte
Atributos iconográficos:
 
Mirto y broche de perlas
Autor:
 
Sandro Botticelli
Escuela:
 
Florencia
Período/Cronología:
 
1483
Soporte y técnica:
 
Óleo y temple sobre tabla
Dimensiones:
 
69 x 173,5 cm.
Localización (Institución, Colección):
 
Londres, Galería Nacional
Fuentes primarias:
 
Anacreontea, frag. 28; Homero, La Odisea, 8.267; Athenaneus, Deprosophistae, 1.14C; Philostratus, Vida de Apolunio de Tyana, 7.26.
Descripción:
 
Venus y Marte es una de las obras maestras de Sandro Botticelli, a pesar del formato apaisado que dificulta la composición. Enmarcados por un fondo de mirtos, arbusto dedicado a la diosa, se disponen en primer plano las figuras de los amantes, recostados y creando sus cuerpos los lados de un triángulo invertido, cuya base la forma la lanza con la que juguetean tres pequeños sátiros. La túnica de Venus, adornada con galones dorados, se adapta perfectamente a su anatomía creando un juego de finos plegados y luce en su escote un broche de perlas, uno de sus atributos. Su postura es relajada y su rostro, de mirada lejana e inaccesible parece vigilante ante el sueño de su amado, aunque se mantiene distante de lo que acontece a su alrededor. Marte, profundamente dormido, descansa sobre su manto rojo; su cuerpo desnudo y juvenil abandonado a un intenso sueño, se cubre ligeramente por un paño y su rostro, con la boca entreabierta le muestra también hundido en los brazos de Morfeo. Junto a las dos figuras, cuatro pequeños sátiros se entretienen jugueteando con las armas del dios. Uno de ellos, con gesto picaresco se embute en la armadura, mientras los otros tres llevan la lanza, y de ellos uno lleva calado el casco y el otro hace sonar la caracola junto al oído del dios, el cual no parece inmutarse. La presencia de los sátiros en esta escena responde a su evocación de licencia sexual.
El formato de la obra hace pensar en que pudiera formar un frente de un arcón o cassone, mueble que solía ser uno de los regalos de bodas preferidos de las grandes familias florentinas, y si atendemos a las avispas que revolotean en torno a su enjambre junto a la cabeza de Marte, éstas podrían aludir a la familia de los Vespucci, en cuyas armas figuraban estos insectos, por lo que sería el regalo de boda para algún miembro de dicha familia. En 1482 Pierfrancesco de Medicis contrae matrimonio con Semirami Vespucci, aunque la crítica más bien parece decantarse a que los modelos fueran Giuliano de Medicis y su amada Simonetta Vespucci, la cual describe Poliziano como candida ella e candida la vesta, respondiendo esta descripción a la imagen de la diosa creada por el pintor.
La composición se inspira en un sarcófago tardorromano de los Museos Vaticanos con el tema de Baco y Ariadna. Aunque, por otra parte, la idea de los sátiros jugando con las armas del dios proviene de un cuadro del romano Aetón que narraba las bodas de Alejandro y Roxana según fue descrito en sus Diálogos por Luciano.
El cuadro tiene un significado neoplatónico basado en las ideas de Marsilo Ficino, que contrapone el amor terrenal y espiritual. De acuerdo a estas teorías, la diosa representa la Venus-Humanitas y su presencia indica el triunfo del amor espiritual sobre la fuerza de la guerra y la violencia representada por Marte, que por eso aparece abandonado a un profundo sueño. Pero en los placeres del amor también tiene cabida el dolor, como el que pueden ocasionar la picadura de las avispas que revolotean en torno a la cabeza de Marte, cuyo abandono y agotamiento parece acorde a una idea del momento según la cual el amor agota al hombre y hace fuerte a la mujer, con la cual se bromeaba en los esponsales de la época; es por eso, quizás, por lo que los dos amantes aparecen distantes a pesar de los esfuerzos de los sátiros por aproximarlos. Parece evidente que la contemplación del cuadro implicaba una exhortación a la reflexión y la virtud por medio de imágenes agradables.
Estilísticamente se observa una contraposición entre el dibujo metálico y riguroso del cuerpo de Marte y la suntuosidad de la figura de Venus, de dibujo nervioso y plegados armoniosos, creándose un equilibrio entre la plástica y el linealismo, donde el arabesco y las masas cromáticas se conjugan de forma magistral.
Observaciones:
 
Piero di Cosimo pintó en 1505 un cuadro con el tema de Venus y Marte, conservado en el Museo Estatal de Berlín, donde se representa a los dos amantes en posturas semejantes.
Autor de la ficha:
 
Laura Rodríguez Peinado
Objeto Digital 673
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