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Objeto Digital 665
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Identificador:
 665
Nombre:
Selene
Dioses
Dioses Primigenios y Titanes:
 
Selene
Nombre:
 
Selene
Atributos iconográficos:
 
Creciente lunar, manto flotante y antorcha
Autor:
 
Anónimo
Escuela:
 
Roma
Período/Cronología:
 
Siglo III d.C.
Soporte y técnica:
 
Mármol tallado
Localización (Institución, Colección):
 
Roma, Museo Nacional Romano (Palacio Massimo alle Terme)
Descripción:
 
Este magnífico sarcófago estrigilado, en forma de bañera, presenta las efigies de Helios y Selene, situadas en el interior de sendos clípeos, en ambos extremos del frontis. Esta característica decoración recuerda la forma del utensilio que empleaban los atletas para limpiarse el sudor y la tierra, el strigilis, de donde toma el nombre esta tipología de sarcófagos. En este bello ejemplar, las ondas decorativas confluyen en el centro del frontis, creando un dinámico efecto de curvas contrapuestas. Esta ornamentación de profundos surcos curvados se interrumpe, en ambos extremos, por los citados clípeos en altorrelieve que muestran los bustos de los dos dioses estelares.
En el lado izquierdo, Helios, cubierto con un pesado manto, sujeta con su mano izquierda la fusta con la que guía sus caballos mientras alza su mano derecha. Sobre su cabellera, realizada a trépano, pueden apreciarse los rayos que simbolizan la luz solar. En el extremo derecho, la diosa Selene, tocada con un creciente lunar, agarra suavemente el manto que envuelve su cabeza, hinchado por el viento a modo de aura velificans. En su mano derecha porta una antorcha. Es habitual que, tanto Helios como Selene sujeten una tea encendida simbolizando así su calidad de luminarias. No obstante, en este caso, el artista ha privado a Helios de este distintivo iconográfico, dotándole en su lugar de la fusta para dirigir la cuadriga celeste; por ello, es probable que la antorcha que porta la diosa, en este caso, haya que relacionarla con su asimilación con la diosa Hécate, de la que era un atributo habitual.
La imagen de los astros en este sarcófago remite a las sutiles implicaciones funerarias de ciertos episodios protagonizados por estas dos divinidades primigenias. En el contexto del ciclo helíaco, era habitual la representación en sarcófagos de la caída de Faetón desde el carro solar, como símbolo de la fugacidad de la vida; por otra parte, el amante de Selene, Endimión, inmerso en su mágico letargo, se vinculó con la muerte y el sueño eterno. La presencia de los astros en este contexto funerario, encerrados en sendos clípeos, recuerda, no obstante, los modelos iconográficos que adornarán las escenas de crucifixión.
Observaciones:
 
Procedente de la tumba D de la vía Belluzo.
Autor de la ficha:
 
Mª Amparo Arroyo de la Fuente
Objeto Digital 665
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