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Objeto Digital 660
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Identificador:
 660
Nombre:
Helios
Dioses
Dioses Primigenios y Titanes:
 
Helios
Nombre:
 
Helios
Tema:
 
Zodiaco
Atributos iconográficos:
 
Cuadriga, rayos solares
Autor:
 
Anónimo
Período/Cronología:
 
Finales del siglo VI d.C.
Soporte y técnica:
 
Mosaico
Localización (Institución, Colección):
 
Sinagoga de Bet Alfa (Palestina). In situ.
Fuentes primarias:
 
Ovidio, Metamorfosis II, 25 y ss.
Descripción:
 
El pavimento de la Sinagoga de Bet Alfa, en Palestina, muestra un esquema zodiacal en el que destaca la visión figurada, con sus correspondientes tituli, de las doce constelaciones, dispuestas de forma radial y de acuerdo con la iconografía tradicional de la denominada rueda del tiempo (Figueras, P. 2001: 130). Rematan los ángulos de la estancia las figuras alegóricas de las cuatro estaciones y preside el centro del mosaico un auriga rodeado de estrellas con un creciente lunar a su izquierda; la orla brillante que corona el rostro de esta figura lo identifica con Helios, personificación del astro que preside las constelaciones y ordena el ciclo diurno y estacional. Esta visión del Sol, no sólo como luminaria sino también como regulador del tiempo, se puede rastrear ya en el texto de Ovidio. En los versos iniciales del libro II de sus Metamorfosis, cuando describe la visión inicial que tiene de Helios su hijo Faetón, el poeta presenta un cuadro cósmico que ubica al dios en el centro de un nutrido grupo de figuras alegóricas del paso del tiempo: “A derecha e izquierda, el Día y el Mes, el Año y el Siglo, y las Horas, colocadas a intervalos regulares; la Primavera recién nacida estaba en pie, ceñida con una corona de flores, estaba el Verano desnudo, que llevaba una corona de espigas, estaba también el Otoño, sucio de pisar uvas, y el helado Invierno, con sus canos cabellos erizados” (Met. II, 25 y ss.). Iconográficamente, por tanto, el zodíaco de Bet Alfa refleja la tradición clásica del carácter astral de la divinidad solar.
Desde un punto de vista formal, esta representación hereda la visión cósmica del astro y retoma la iconografía helíaca del dios guiando el carro solar. El artista no ha elegido, en esta ocasión, el arquetipo iconográfico recurrente que mostraba el carro de Helios en pleno ascenso, evocando el inicio del periplo solar diurno y, por tanto, el instante mismo del amanecer. El prototipo que muestra la cuadriga solar frontalmente, estática, es más apropiado para la iconografía zodiacal, ya que se destaca así el carácter cósmico, mayestático, del astro por encima de su papel en el ciclo diurno. Pau Figueras ha calificado el particular estilo de las figuras como “puramente local, frontal, ingenuo, por no decir infantil, lo cual no quiere decir que esté desprovisto de gracia y originalidad” (Figueras, 2001: 142). A esta ingenuidad de la representación se suma, además, la aplicación de una perspectiva simbólica que muestra también frontalmente las ruedas del carro para completar así la visión de la escena. El artista ha destacado los elementos esenciales de la iconografía helíaca: las cabezas de los cuatro corceles y el aura de rayos solares del dios. Las estrellas que rodean el carro solar sirven para saturar el espacio de representación, acusando cierto horror vacui, y, además, completan el entorno cósmico de la escena; por otra parte, el creciente lunar, a la izquierda del dios, constituye una referencia secundaria al ciclo diurno.
Pero al margen de las características formales e iconográficas de este Helios, extraña la presencia de estas efigies estelares en el seno de una sinagoga, pues las constelaciones estaban prohibidas por la ley judía dadas sus implicaciones adivinatorias y su supuesta influencia en los acontecimientos humanos (Figueras, 2001: 135). Las hipótesis al respecto de esta discordancia aducen desde una simple razón decorativa hasta complejas simbologías referidas a calendarios festivos o a evocaciones simbólicas del Templo (Un amplio y completo estudio al respecto de las diferentes interpretaciones sobre la representación figurada de las constelaciones en las sinagogas palestinas en Figueras, 2001: 147-150). Pau Figueras atribuye la presencia de Helios en las sinagogas a su simbolismo como “fuerza dominadora del Dios Creador. Más que escandalizar a los creyentes judíos, ello les ayudaba a imaginar lo que ya sabían y creían, acostumbrados como estaban a cantar sus alabanzas a Dios con palabras de los Salmos que ya comparaban la potencia universal y la gloria divinas a la figura del Sol” (Figueras, 2001: 150). Esta hipótesis sugiere una asimilación de Helios con el dios supremo en la mentalidad judía que remite, a su vez, a la asimilación cristiana del Cristo Sol e, incluso, en cierto sentido, este Helios que preside el Universo y ordena el tiempo y las estaciones, emblema de esa “fuerza dominadora del Dios Creador”, recuerda el carácter demiúrgico que ya le otorgaran al astro tanto Diodoro Sículo (Bib. Hist. I, 7, 3-5) como Ovidio (Met. I, 415-435).
Observaciones:
 
Hallado en las excavaciones de 1929 en la sinagoga de Bet Alfa en el Kibbutz Heftzibah, en la llanura de Bet Sheán, junto al monte Gelboé.
Autor de la ficha:
 
Mª Amparo Arroyo de la Fuente
Objeto Digital 660
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